En pocos minutos, la temperatura de combustión del motor alcanza los 800 °C cuando está en marcha. El termostato situado en la culata asegura este aumento de temperatura. El sistema de refrigeración interviene en este momento para enfriar el motor y evitar el sobrecalentamiento.
Su segunda misión es asegurar la regulación de la presión motriz de forma continua, retrasando la ebullición del líquido. Es el sistema de refrigeración el que calentará el habitáculo de un vehículo, aunque pocos pasajeros y conductores lo saben realmente. Los controles de los ajustes ubicados en el salpicadero dependen totalmente del sistema de refrigeración.
El fallo del motor es una de las consecuencias de las anomalías relacionadas con el sistema de refrigeración. Además, es necesario verificar el nivel de refrigerante presente en el depósito de un vehículo y asegurarse visualmente de que no haya fugas. La revisión regular del motor ayuda a evitar averías con graves consecuencias.
El sistema de refrigeración y sus diversos elementos.
El sistema de refrigeración consta de los siguientes elementos:
- El termostato
- El radiador
- El vaso de expansión
- El termocontacto
Hoy en día, los vehículos están equipados con sistemas de refrigeración líquida, pero antes, el sistema de refrigeración era de aire.
El sistema de refrigeración y sus funciones
Refrigeración del motor
El circuito de refrigeración es tan importante para el buen funcionamiento del motor, que es fácil entender por qué está situado cerca de las principales zonas calientes del sistema del motor. Cuando el refrigerante entra en contacto con las distintas zonas calientes del motor, recuperará las calorías generadas por las altas temperaturas, para llevarlas al radiador de refrigeración. La calefacción de un vehículo se alimenta a partir de este flujo, lo que permite calentar el habitáculo y garantizar una temperatura ideal en la temporada de invierno.
Regulación de la temperatura
La acción del termostato regula la temperatura. Este termostato adopta la forma de una válvula que tendrá en cuenta la temperatura del motor. Se abrirá dependiendo de la temperatura para que el refrigerante pueda ir al radiador.
Esta acción se realiza de forma continua. Durante el trayecto, es posible que la válvula se abra o se cierre si es necesario para que la temperatura del motor se mantenga en un rango de 75 a 95 °C. La válvula se cierra automáticamente cuando el motor deja de funcionar y está frío.
Regulación de presión
Otro elemento del bloque motor intervendrá en este caso, se trata del tapón del vaso de expansión. Estabilizará la presión en el circuito de refrigeración, de media en torno a 1 bar. El líquido refrigerante no se expandirá, incluso si está demasiado caliente. Sin embargo, cuando el motor se enfría, la presión atmosférica y el nivel de presión dentro de este circuito vuelven a ser equivalentes.