La distribución del motor, que desempeña un papel clave en el funcionamiento del mismo, permite que el árbol de levas se sincronice con el cigüeñal para controlar las válvulas de admisión y escape según la posición del motor. También se encarga de accionar la bomba de agua, uno de los principales elementos del circuito de refrigeración del motor. Se puede decir que una distribución en buen estado es crucial para un motor y su mantenimiento debe respetarse estrictamente.
El elemento que asegura la sincronización de estas fases es la correa de distribución para la gran mayoría de vehículos en la actualidad. Se trata de una correa dentada accionada por el piñón del cigüeñal, que a su vez acciona la polea del árbol de levas, la polea de la bomba de inyección y la bomba de agua de la mayoría de motores del mercado.
Hoy en día, se prefiere una correa de distribución a una cadena de distribución porque es más ligera, lo que reduce el consumo de combustible. Sin embargo, la correa de distribución debe reemplazarse, generalmente alrededor de 100 000 o 150 000 km según el modelo, o cada 10 años si no conduce con frecuencia. No reemplazar la correa de distribución podría ser peligroso para el motor y podría hacer que se rompiese.