También conocido como fuelle de transmisión, el fuelle de cardán, que se encuentra a ambos extremos del cardán, sirve para proteger los cardanes evitando la entrada de agua, arena, polvo, etc. Asimismo, el fuelle de cardán proporciona lubricación al cardán al retener la grasa.
El fuelle de cardán, que también se utiliza para proteger y lubricar las juntas homocinéticas de la transmisión al contener grasa, es un protector de goma o plástico flexible en forma de acordeón. Por lo tanto, es una parte esencial para el buen funcionamiento de sus juntas homocinéticas y su transmisión.
En el mercado existen tres tipos diferentes de fuelles de cardán:
Cuando se habla del fuelle de transmisión, el fuelle es entonces una réplica exacta del instalado por el fabricante del vehículo. Esta es la mejor opción, ya que tiene exactamente las mismas propiedades que los fuelles originales.
También llamado fuelle estándar, el fuelle universal está diseñado para adaptarse a todo tipo de vehículos, ya que tiene dos anillos de diámetro creciente que deben cortarse al tamaño deseado. Este es el fuelle más barato, pero cuidado de todos modos por su forma imponente, a veces puede causar problemas en contacto con el brazo de suspensión o la rótula.
Capaz de aplicarse a diferentes modelos de vehículos, el fuelle ajustable o adaptable está disponible en muchas formas diferentes y varios diámetros posibles. En general, es la mejor elección en cuanto a relación calidad-precio.
El fuelle de cardán asegura que la transmisión sea estanca y funcione correctamente. Por lo tanto, es muy importante reemplazar el fuelle de cardán si está roto o muestra grietas o signos de desgaste.
Varias señales pueden alertarlo sobre la necesidad de reemplazar su cardán:
Como el fuelle de cardán no es una pieza consumible, no existe un tiempo de reemplazo específico. Sin embargo, se deteriorará o se deformará con el tiempo. Así que asegúrese de comprobar su estado con regularidad.