A raíz de la cuestión ecológica en los debates públicos, nació el catalizador a principios de los años 90. El objetivo es asegurar la reducción de la cantidad de contaminantes emitidos por un vehículo, y transformar los gases tóxicos en gases purificados o inertes. En los vehículos posteriores a 1994, este catalizador es obligatorio.
El catalizador también se llama convertidor catalítico. Se acopla al filtro de partículas de los motores diésel para eliminar las partículas no transformadas por el catalizador. En los motores diésel, existe una complementariedad entre los dos.
Los vehículos diésel están equipados con un convertidor catalítico de 2 vías. Esto significa que los hidrocarburos y el monóxido de carbono se transforman en agua y dióxido de carbono. Pero el catalizador a menudo se combina con el filtro de partículas para eliminar los óxidos de nitrógeno. Por lo tanto, es comprensible que el filtro de partículas y el catalizador estén colocados en el mismo lugar, al nivel de la línea de escape en la salida del motor.
Para hacer que las partículas presentes en los gases emitidos sean menos tóxicas, el catalizador se basa en varias transformaciones químicas: esto es lo que llamamos catálisis. Una placa, que se encuentra en una cámara de acero inoxidable, en forma de panal, filtrará así las moléculas.
El convertidor catalítico consta de 3 canales para los motores de gasolina. Los hidrocarburos se transforman en agua y dióxido de carbono, los óxidos de nitrógeno en dióxido de carbono y gas nitrógeno y luego el monóxido de carbono en dióxido de carbono.
Es necesaria una temperatura elevada, superior a 400 °C, para garantizar el correcto funcionamiento del catalizador. De lo contrario, es incapaz de transformar los gases de escape contaminantes en emisiones menos dañinas. En trayectos cortos, no puede aumentar y, por lo tanto, no es eficaz.
Aunque el catalizador tiene una larga vida útil, ocasionalmente puede fallar. El hollín acumulado lo puede obstruir. La suciedad o el fallo del catalizador es fácilmente detectable por algunas señales.
Estas son las principales señales que lo alertan de un fallo:
En principio, es posible circular con el catalizador entre 100 000 km y 150 000 km. Pero esta duración no es fija y depende principalmente de otros problemas mecánicos y de sus hábitos de conducción.
Hoy en día, los catalizadores tienen una durabilidad importante. Sin embargo, se debe cuidar su buen mantenimiento, para cumplir con las normas vigentes en materia de contaminación.