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Las escobillas limpiaparabrisas, destinadas a garantizar una buena visibilidad, contribuyen a la seguridad de los ocupantes del vehículo. De hecho, un limpiaparabrisas defectuoso puede representar un peligro potencial en el caso de que el agua del parabrisas no se evacúe lo suficiente y la visibilidad sea prácticamente nula.
El uso repetido, los cambios de temperatura, la lluvia, la nieve o el polvo pueden provocar un desgaste rápido, especialmente de las hojas de goma.
Hay dos tipos principales de escobillas limpiaparabrisas: la escobilla limpiaparabrisas clásica en forma de U y la escobilla limpiaparabrisas de hoja plana (para vehículos más nuevos).
Algunas escobillas limpiaparabrisas tienen indicadores de desgaste.
En algunos casos, debido a su desgaste, es posible que las escobillas de limpiaparabrisas ya no funcionen correctamente y le impidan ver bien la carretera.
Las señales que indican que una escobilla limpiaparabrisas está defectuosa son:
Se recomienda reemplazar las escobillas limpiaparabrisas entre 6 meses y 1 año, idealmente en otoño o primavera.
En otoño: el calor del verano desgasta la goma, por lo que es mejor reemplazar la escobilla antes de que llegue el invierno y el mal tiempo.
En primavera: el mal tiempo, las heladas y la sal son factores de desgaste que se producen durante la temporada de invierno. A medida que se acerca el verano, época en la que suele salir de vacaciones, tener las escobillas limpiaparabrisas en buenas condiciones es esencial para eliminar el polvo y los insectos del parabrisas.